Lluvia

Melisa escribe en Facebook: “Me gusta la lluvia como la de hoy” y vuelvo cuatro décadas atrás cuando la lluvia se instaló bondadosamente entre los jóvenes de mi generación como un espacio a disfrutar.

Eran los años 60 y amábamos a un poeta esencialmente de Buenos Aires como fue Raúl González Tuñón y estábamos prendados de poemas como “Lluvia”, precisamente. Mi barra de amigos paraba en la esquina de Hornos y Brasil, donde Eudeba -Editorial Universitaria de Buenos Aires- había instalado uno de esos quioscos en que los fabulosos libros estaban al alcance de la mano. Eudeba fue una iniciativa fantástica creada en tiempos de la Presidencia de Arturo Frondizi que distintos gobiernos militares subsiguientes se empeñaron en destruir (y obviamente lo lograron).

Y entre esos libros, en una colección titulada Siglo y Medio, tenía en su número 73, una entrega totalmente dedicada a Raúl González Tuñón. Era una excelente selección de sus poemas, entre los cuales -por supuesto- estaba “Lluvia”.

Habíamos bautizado al quiosco como “El Gliptodonte” (una referencia a Florentino Ameghino) y el bastonero encargado del lugar era Otto Carlos Miller, un flaco maravilloso, al que siempre rodeaba un círculo de apasionados por el cine, la astronomía, la música, la revolución y la poesía.

Conocíamos de memoria ese libro y cuando una tarde mientras estábamos enfrascados en nosotros y la poesía, una voz añosa y suave nos pregunta: ¿tienen el libro 73 de la coleccion Siglo y Medio?, dijimos (Carlos Miller, Leonardo Aquino, Angel López y yo) al unísono: Raúl González Tuñón. Nos dimos vuelta y allí estaba él, asombrado de nuestra respuesta.

Era un asombro mutuo, porque para nosotros tenerlo allí, en esa su maestría de la humildad, preguntándo por él en auténtica tercera persona. Y aunque como enseñó en sus poemas: que el asombro era su fuerte; se vió superado por nuestro agradecimiento.

El pobre, con su estatura de un metro sesenta se vio de pronto asaltado por el afecto, por el abrazo sin permiso y a partir de alli, aguardábamos cada tarde en que Tuñón pasaba rumbo a Clarín. En la combinación de subtes A y C emergía en la Plaza Constitución y caminaba seis cuadras hasta el diario.

Lo entrevistábamos de a trechos; a veces lo acompañábamos hasta la puerta de la redacción, en la calle Tacuarí. Tuñón hizo que me enamorara de este oficio; suponía que todos tenían su generosidad, su grandeza, su ternura, su paciencia, su valentía y esa ternura para hacer de la lluvia un espacio amado.

Lluvia

A Amparo Mom

Entonces comprendimos que la lluvia también era hermosa.
Unas veces cae mansamente y uno piensa en los cementerios abandonados.
Otras veces cae con furia y uno piensa en los maremotos que se han tragado tantas espléndidas islas de extraños nombres.
De cualquier manera la lluvia es saludable y triste.
Sus tambores acunan nuestras noches y la lectura corre a su lado por los canales del sueño.
Tú venías hacia mí y los otros seres pasaban.
No habían despertado todavía al amor, no sabían nada de nosotros.
De nuestro gran secreto.
Ignoraban la intimidad de nuestros abrazos voluptuosos, la ternura de nuestra fatiga.
Acaso los rostros amigos, las fotografías, los paisajes que hemos visto juntos, tantos gestos que hemos entrevisto o sospechado, los ademanes y las palabras de ellos. Todo, todo ha desaparecido y estamos solos bajo la lluvia, solos en nuestro compartido, en nuestro apretado destino, en nuestra posible muerte única, en nuestra posible resurrección.
Te quiero con toda la ternura de la lluvia.
Te quiero con toda la violencia de la lluvia.
Te quiero con todos los tambores de la lluvia.
Te quiero con todos los violines de la lluvia.
Aún tenemos fuerzas para subir la callejuela empinada. Recién estamos descubriendo los puentes y las casas, las ventanas y las luces, los barcos y los horizontes.
Tú estás arriba, suntuosa y bíblica, pero tan humana; increíble, pero tan real; numerosa, pero tan mía.
Yo te veo hasta en la sombra imprecisa del sueño.
Oh, visitante.
Ya es seguro que ningún desvío nos separará.
Iguales luces señaleras nos atraen hacia la compartida vida, hacia el destino único.
Ni en nuestra carne ni en nuestro espíritu nunca pasaremos la línea del otoño.
Porque la intensidad de nuestro amor es tan grande, tan poderosa, que no nos daremos cuenta cuando todo haya muerto, cuando tú y yo seamos dos sombras y todavía estemos pegados, juntos,

subiendo siempre la callejuela sin fin de una pasión irremediable.
Oh, visitante.
Estoy lleno de tu vida y de tu muerte.
Estoy tocado de tu destino.
Al extremo de que nada te pertenece sino yo.
Al extremo de que nada me pertenece sino tú.
Sin embargo yo quería hablar de la lluvia, igual, pero distinta, ya al caer sobre los jardines, ya al deslizarse por los muros, ya al reflejar sobre el asfalto las súbitas, las fugitivas luces rojas de los automóviles, ya al inundar los barrios de nuestra solidaridad y de nuestra congoja, los humildes barrios de los trabajadores.
La lluvia es bella y triste y acaso nuestro amor sea bello y triste, y acaso esa tristeza sea una manera sutil de la alegría. Intima, recóndita alegría.
Estoy tocado de tu destino.
Oh, lluvia. Oh, generosa.

Fuente: Raúl González Tuñón, Antología Poética, Editorial Losada, Buenos Aires, pag 45, primera edición, 1974

Amparo Mom fue la esposa de Raúl González Tuñón.

Mates a la siria

¡Feliz Día! ¡Con una ronda de mates a la siria! En estos días de Gripe A algunos aconsejan no compartir el mate más allá del círculo íntimo de convivencia -y siempre y cuando nadie esté engripado, se sobreentiende-. Estoy de acuerdo. Y conviene resaltar que, si bien es una medida higiénicamente acertada, ello no debe llevarnos a dejar de lado la ceremonia.

Es más -digo- el momento es oportuno para subrayar que nuestras rondas de mates tienen toda las cualidades de una ceremonia, pero deben realizarse de manera saludable, por ejemplo del modo como la celebran los sirios: cada cual tiene su mate y se comparte el agua; exactamente a la inversa de como venimos practicándolo hasta aqui en nuestra región.

Pero ¿qué es esto de mates a la siria? conviene aclarar aquí que Siria es el primer comprador mundial de yerba mate. Cada año la Argentina exporta a una docena de destinos y Siria viene siendo sostenidamente el primer comprador. Y sí, porque allí el mate tiene ganado un ritual social.
El ritual habla de aquellos que llegaron a la Argentina en algún momento de sus vidas y aquí el mate fue la ceremonia de vinculación social, de enraizamiento, de contención y quienes pudieron volver al terruño se llevaron una parte íntima y abierta de ese paso austral.
Esta situación de crispación social por la epidemia de Gripe obligó a modificar pautas y rituales y obviamente el encuentro “intimo” que permitía compartir la bombilla en cada ronda de amigos, se ve hoy obligadamente modificada. Y cuanto ocurre es bueno tomarlo de un modo natural: porque como todo ritual, la Ceremonia del Mate viene conformándose con la evolución de las sociedades.
Así como la vasija que contiene y da nombre a nuestro ritual -hablo del vaso, el mate como se le llama en lengua quechua- es un legado de la cultura andina o quizá deba decir: tomado por los guaraníes de la cultura andina hasta donde llegaron en su migración austral.
Los guaraníes, en su sabia relación con el ecosistema, descubrieron las bondades de la yerba mate, se ingeniaron para procesarla -hablo desde cuándo y qué partes de la planta recolectar; hasta el sapecado (la rápida quita del 75% de humedad), el secado, el estacionamiento y la obtención final de una hierba transformadora de bondades.
Y todo eso en la celebración de un ritual, la Ceremonia del Mate. Precisamente por ello, en esta época de mayores resguardos sanitarios y sociales, no perdamos sus virtudes, si seamos sabios en el modo de preservarla y que nos siga dando su savia saludable y amistosa. Precisamente en este día. Por eso la invitación a prodigarnos una ronda de mates a la siria. Gracias por la ronda. Epifanio Blanco.

Concurso de Gastronomía La Ruta de la Yerba Mate

Una final a toda orquesta: el concurso cierra con una competencia en vivo este 6 de septiembre

El 26 de agosto culminó el plazo de presentación para el concurso Gastronómico de la Ruta de la Yerba Mate, el que tiene por objetivo encontrar nuevos usos para la yerba mate y al mismo tiempo construir el Menú de la Ruta de la Yerba Mate que estará disponible en los restaurantes de la ruta.  Se recibieron 86 recetas, en las siguientes categorías:

 

1.               Plato de Entrada

2.               Plato Principal

3.               Postre

4.               Bebidas sin alcohol

5.               Bebidas con alcohol

 

De las 86 recetas el jurado de preselección, integrado por profesionales del Instituto Argentino de Gastronomía, del Área de Turismo Rural de la Facultad de Agronomía de la UBA y de la Asociación de la Ruta de la Yerba Mate, seleccionó las siguientes 15 recetas, 3 por cada categoría, que participarán de una final vivo:

  

CONCURSO EN VIVO. En una competencia en vivo que se realizarán el próximo 6 de septiembre a las 10 horas en la sede del Instituto Argentino de Gastronomía (IAG) ubicado en la calle Montevideo 968 de la ciudad de Buenos Aires se seleccionarán los 5 PRIMEROS PREMIOS.

 

El JURADO estará compuesto por los siguientes profesionales: Ariel Rodríguez Palacios y Osvaldo Gross del IAG, Alejandra Martinez Ferrario equipo de la Ruta de la Yerba Mate FAUBA y Jorge Amarilla de la Asociación de la Ruta de la Yerba Mate.

 

La organización del concurso ha sido posible mediante el aporte a la organización y de premios de:

 

* Provincia de Corrientes

* Provincia de Misiones 

* Instituto Nacional de la Yerba Mate

* Yerba Mate Aguantadora – Cooperativa Montecarlo

* Yerba Mate Amanda – La Cachuera

* Yerba Mate Piporé – Cooperativa Santo Pipó

* Yerba Mate Playadito – Cooperativa Liebig

* Yerba Mate Taragüi – Las Marías

* Facultad de Agronomía – Universidad de Buenos Aires

Ceremonia del Mate II

La Ceremonia del Mate se reeditó el sábado 9 de agosto de 2008 en Objeto a, con un ruedo que disfrutó de un encuentro saludable, de evocación histórica de los orígenes del ritual y también con la realización de las mejores prácticas.

Apoyada con soporte multimedial y con contenido supervisado por Establecimiento Las Marias, la mayor compañía yerbatera del mundo, es una ceremonia que tengo el placer de guiar acompañado por un equipo que asesora y asiste en cada paso a los partícipes de la ronda.

Una visión pocas veces vista de los yerbatales nos impacta. Mientras sobrevolamos la selva paranaense, sabremos sobre los orígenes de la yerba mate, sus propiedades, sus sabores…así tendrá comienzo esta ceremonia en la que degustaremos distintos tipos de yerba mate acompañados por sabores y aromas complementarios. Al adentrarnos en la ceremonia propiamente dicha, cada uno de los pasos repetidos cotidianamente adquirirá un nuevo sentido, develándonos los misterios y los mitos cifrados en el corazón del mate.

El mate, ceremonia domestica cotidiana, cobra en Objeto a otra dimensión, descubriendo sus orígenes en la cultura guarani, su evolución de las yerbas mas elaboradas que nos llevan a descubrir una version del mate que va de los sabores más suaves y conocidos a los más salvajes y sofisticados: un nuevo viaje a los sentidos…

La ceremonia del mate rescata un ritual ancestral. Objeto a, en su objetivo de provocar despertares, propone redescubrir una ceremonia que se enraíza en los orígenes de nuestra tierra, mucho antes de la llegada de los españoles y traerla al siglo XXI en una degustación de yerbas de sofisticado proceso.

Paradoja: importamos té de origen argentino

Japón compra partidas especiales, en EEUU lo prefieren para beber helado y nos llega té de Ceylan con mix de hojas argentinas

Plantación de té clonal, INTA Cerro Azul, Misiones

En el mercado internacional del té hay variedades argentinas muy preciadas y su volumen exportador crece hasta ocupar el septimo lugar en el mundo. Y fruto de investigaciones del INTA surgen nuevas variedad y formas más ricas de cultivo.

Pero la asignatura pendiente es dar valor agregado al té, que hasta aquí se exporta a granel y paradójicamente luego nos llegan variedades de Ceylan que en verdad tienen un mix con hojas argentinas.

En el centro de las investigaciones sobre el té argentino está la Estación Experimental Agrícola INTA Cerro Azul, a la que el ingeniero agrónomo Sergio Prat Kricun llegó cuando tenía 27 años. Desde 1992 es jefe del Grupo de Trabajo Yerba Mate y Té.

Té, planta clonal, INTA Cerro Azul, Misiones
En té, la Argentina asombró al mundo de los grandes productores, estableciendo nuevas formas de reproducción y cultivo en zonas que en nada se parecen a las originarias de la planta (camelia sinensis) en Asia. Impuso, además, la mecanización y hoy es el séptimo exportador mundial.

El campo de los estudios sistemáticos del té habían comenzado en 1957, refiere Sergio Prat Kricun.  Fue por obra de Renato Quini, un especialista llegado de Italia, que había trabajado en Abisinia (Etiopía) en épocas de la ocupación italiana de ese estado africano.

Los beneficios son evidentes, pero aunque aumentamos el volumen de la producción, no lo hemos hecho en calidad, dice Prat Kricun. En los laboratorios del INTA cuentan con 16 cultivares de té por propagación vegetativa o clonal, que duplican y hasta triplican la produccion tradicional de té seco.

El experto señala que en los estudios se atendio mucho a las propiedades organolepticas (reflejada en la excelente coloración que se ve en la taza). Ese es uno de los puntos que se trabajó en la microplanta para elaborar té, que tiene el INTA Cerro Azul, donde reproducen el proceso industrial y los de mercado.

Eso tiene ya medio siglo de desarrollo y de alli surgieron 16 cultivares con todo lo que conlleva. Pero, como somos argentinos y permanentemente saltamos vallas, producimos mucho pero con baja calidad -somos el séptimo exportador mundial- pero percibimos un promedio de 73 centavos de dólar por kilo mientras que los otros  paises tealeros obtienen u$s 1,10 por kilo, Kenia por ejemplo.

El mejor mercado es EEUU que compra el 50% de nuestras exportaciones. La mayoria es para hacer te frío, que se aromatizan natural o sintetico. Aqui elaboran un producto que no tiene aroma ni sabor pero si un fabuloso color. Es un salvavidas de plomo porque exportamos mas y cada vez ganamos menos. Tenemos que explorar nuevos mercados.

Se trata ahora de llevar todas las prácticas a un cluster tealero -que está en formación a través de 7 cooperativas, el gobierno provincial y nacional (a través de créditos) y el trabajo del INTA para mejorar la calidad y comercialización (hay que saber venderlo, enfatiza Prat Kricun). Es un proyecto que se está desarrollarlo y esperan que en 4 años podrán llevarlo a cabo. Cuentan para ello con una crédito de u$s 4.000.000 concedido por el BID a baja tasa y otros recursos oficiales no reembolsables.

El cluster tealero surgio -año 2001/2002- por un diagnóstico de la cadena yerbatera que derivó en la creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate y despues, por apoyo de gente de España, se desarrolló este cluster tealero.

Los españoles se acercaron tras leer un estudio que realizamos y que estaba colgado en la página de la Secretaría de Agricultura. Es curioso como un estudio puede motivar a gente de otra zona a aportar impulso a un trabajo, comenta Prat Kricun.

Otras ventajas comparativas que presenta el té argentino -de acuerdo a trabajos de los ultimos años- señala el importante contenido de poliferones. Los poliferones son componentes de la dieta humana no alimentaria (antioxidantes).

Y hay alta presencia de poliferones en el té negro (que es el grueso de la producción argentina) o el té verde. Y los poliferones son altamente preciados por sus efectos anticancerigenos, anti colesterol  malo y porque facilita la desintoxicación del organismo.

En el mercado mundial del té se asiste a una demanda creciente -el mercado internacional crece 1% anual- y tenemos que explorar e ingresar a los mejores nichos, pero por calidad, subraya Prat Kricun.

En té, la exportación es un commoditie (una mercancía, simple materia prima) que se vende en bolsas de 50 o 60 kilos -con la curiosidad de que algunos de los té importados en la Argentina vienen de Ceilan y tienen componente argentino-.

Las exportaciones de té llegaron en 2007 a unas 74.000 tn y reportaron ingresos por u$s 45 M – el mercado interno (5%) genera unos u$s 20 M por tratarse de un producto terminado – lo que menos vale es el producto a diferencia de todo lo que va agregado -packaging, transporte-. O sea: tenemos en el té un mercado muy grande y solo entregamos un commoditie.

Los asiáticos potenciales consumidores -hay una cooperativa de Ruiz de Montoya – desde la que exportan a Japon en las condiciones que Japon quiere muy exigente en calidad e inocuidad del té.

Vivir en La Puna y trabajar para Europa

María Fernanda vive en Cachi, un alejado como bello poblado andino salteño, donde cada tarde se intala en un ciber y administra foros de una web hispana
Es 8 de mayo de 2008 y llueve mansamente en la ciudad de Salta. Reencontré a María Fernanda (foto) en un congreso de empresarios de la televisión por cable que se hace en el hotel Sheraton. María Fernanda tuvo la delicadeza de recordar que nos conocimos en Buenos Aires, cuando ella trabajaba para la agencia de prensa de Cecilia Amuchástegui. “Te recuerdo del evento de Sony Ericsson en el Palacio Duhau. Ahora vivo en Salta; mejor dicho en Cachi, a 200 km de aquí”, dice María Fernanda Figueiras mientras nos colocamos las cucardas de identificación e ingresamos a la sala de conferencias.

Compartimos lugares contiguos en la segunda fila de mesas y mientras ella abre su laptop, yo conecto el teclado de mi Palm y diría que estamos listos para escuchar y tomar notas. Falta un simple detalle: que ensille mi mate y la convide. Sí, imaginás bien: eso atrae enseguida a todo el grupo de colegas periodistas. Y hasta el mismísimo presidente del congreso, Walter Burzaco, se sienta a mi lado y no hace falta que le pregunte si desea un mate. Minutos después Walter me alcanza un mensajito de Sabrina Díaz Rato, en papel recortado de una hoja de apuntes: “Hay dos colegas rogando por UN MATE a la derecha”.

Y este mate que compartimos es para contarte que María Fernanda ha llevado a extremos notables el teletrabajo, ya no desde una quinta en Pilar, en el conurbano bonaerense, sino en La Puna, a 2280 metros sobre el nivel del mar y 157 km de la ciudad de Salta por la mítica ruta nacional N° 40.

Salta es tan vasta, tan diversa y tan bella, que no extraña que María Fernanda la haya elegido. Toda esa región tiene paisajes deslumbrantes y permanece el sello dejado por avanzadas civilizaciones precolombinas: al sur de Cachi está la plácida y atractiva Cafayate. Al norte de Cachi corre el legendario Tren a las nubes.

En toda esa vasta región que conforma La Puna, la conectividad de Internet hogareña es cero banda ancha, pero María Fernanda, instalada 8 horas en un ciber, le da otra dimensión al teletrabajo y a los locutorios. Ciertamente es un caso único en medio de una población que vive de la cría de ovejas, llamas y vicuñas, de las que obtienen lana y carne. En el diario ir y venir desde su ascética habitación al ciber, María Fernanda se cruza con vecinos que viven de la cria de lanares, con mineros, con maestras y agentes de turismo que quieren hacer de Cachi un lugar más visitado.

Tardo apenas segundos en preguntarle:

– ¿Qué hacés en Cachi?

María Fernanda ríe y me dice:

– Cachi es un neuropsiquiatrico de puertas abiertas y me han aceptado.

– ¿en serio? Contáme…

– Un año atrás vine a esta región de mochilera y me deslumbró Cachi, así que decidí venir a vivir…

– ¿así de simple? ¿estabas mal en Buenos Aires?

– Para nada. Tengo todo allá. Un departamento, buen pasar. Tengo a mi familia que no entiende porqué hice este cambio y hasta los veo sentirse culpables de que me haya venido a vivir aquí… nada que ver.

– ¿Huías de un amor desencantado?

– Diría que denso. Venía de muchas cosas y quería cambiar de historia. Pararme y reflexionar. Tengo 30 años, soy dueña de mí, me siento estupenda y en Cachi encontré esa paz, en medio de la humildad y la simpleza.

– ¿Estás en pareja?

– Noo –aclara-. Vivo sola, en una pieza que alquilo a una mujer en su casa. Tengo lo elemental: una cama, un ropero, una mesa, baño compartido y mi máquina (dice orgullosa de su notebook).

– ¿Cómo te ganás la vida?

– Cada tarde me instalo con mi notebook en un ciber de Cachi y durante horas trabajo para extranjeros.com, una web de España, para la que administro foros y también hago colaboraciones para otras publicaciones, como esta cobertura para SectorTV, que hago ahora y que ahorra un viaje desde Buenos Aires a la editorial…


Sigue lloviendo afuera y desde la colina en que se alza el Sheraton uno puede ver la Linda Salta, extendiendo tejados rojos y muros claros en el valle. Más allá, en otro de los recodos de esta hermosa provincia hay lugares como Cachi.

Vale entrar a alguna de las numerosas páginas que la web dedica a Cachi para ver que hay vestigios de comunidades instaladas 6000 años atrás en esa región. Hay pictogramas y tallas en la piedra que señalan lo ancestral y creativo de los pobladores que se sucedieron antes de la llegada de los europeos y arrasaron todo pasado. Seguramente pocos de los que entran a las páginas de extranjeros-com imaginan que sus temas, sus cuitas y trámites son en parte administrados desde ese balcón del cielo -Cachi- en el que decidió vivir María Fernanda en esta temporada de su vida. Sentado a su lado, la veo teclear (aprovechando ahora el wi-fi del hotel) compenetradamente y chateando con cinco a la vez.

– ¿no te aburrís de la serena vida en Cachi?

– Mi curiosidad acuariana me lleva a indagar en cuanto lugar tuviera una novedad. Sea una reunión para promover el turismo en Cachi o un debate por la reactivación de la mina Don Otto…

– ¿Y luego escribís sobre eso?

– No, porque no siempre son temas de interés general más allá de ciertos círculos y también porque debo conocer aún más el lugar, incluso la psicología de la gente porque muchos tienen reparos hacia los que venimos de la ciudad.

– ¿Y cómo se divierten en Cachi?

– Ah, a mi encanta bailar

– ¿Folclore?

– Sí.

– Bueno, entonces esta noche vas a poder hacerlo porque vamos a ir a una peña…

Le pregunto cómo prepara su mate, si dulce o cimarrón y me cuenta que en su época de universitaria “los tomaba cada vez más dulces; de azúcar hasta el exceso. Pero afortunadamente en Cachi hay un arbusto llamado arcayuyo que le da un sabor especial. También le pongo cascaritas de naranja y alguna cosa por el estilo. Pero en Cachi descubrí el arcayuyo que le da un sabor tan especial al mate y ya lo adopté”.

Me dice que su yerba preferida es Cruz de Malta, “pero en general hay que adaptarse a la que llega porque hay épocas en que la Cuesta del Obispo esta intransitable y nos quedamos sin yerba, sin cigarrillos…”

Me detengo unos instantes pensando en la bellísima y empinada Cuesta del Obispo. Y como en el  poema de Raúl González Tuñón, me digo: “anduve por allí, adolescente y barbudo con cuatro céntimos, pero feliz de caminar…” Caminar, precisamente caminar es algo que me propongo hacer en unos instantes, aunque llueva en esta bellísima ciudad de Salta. Acaso adivinando mi pensamiento, María Fernanda se arrima para decirme al oído: en Cachi solo llueven tres días al año y eso es en enero…

Un saludable espacio de encuentro

El Mate.com.ar se abre como un lugar para compartir nuestro ritual y saber cómo se lo practica en casa, en nuestra vecindad o las antípodas

En este vértice del planeta que es América del Sur celebramos nuestros encuentros con una ronda de mates, pero no excluimos tu ritual. Queremos que conozcas nuestra ceremonia y queremos conocer la tuya.

Así como millones de sudamericanos han extendido por el globo el ritual del mate, también nosotros hemos sido conquistados por el té, el café, el cacao y otras infusiones saludables y amistosas, que igualmente dan reparo, delicia y encuentro.

El deseo, la búsqueda y la mirada está dirigida a que este sea un cruce de caminos, un encuentro digital -que de paso al real- en el que cada uno hablemos de cómo celebramos nuestro encuentro.
Y también cómo desearíamos hacerlo mas bello, más entrañable, más íntimo o aún más abarcador que cuando se recrea en la ronda de cebar y matear.

çUna ceremonia de altísima estética social que crea espacios para dialogar.
Para cantar, soñar, meditar… porque sorber un mate es como reencontrarse con la esencia de cada uno en uno.

El mate es una infusión que heredamos de nuestros ancestros guaraníes, que ellos extendieron y otros pueblos de sudamérica adoptaron.

Es una infusión de existencia previa a la llegada de los españoles y que luego conquistó a los conquistadores y no se detiene en nuestros días en su expansión universal.

Una infusión a la vez tan hogareña como  nuestros mates en la cocina, como semi pública o semi privada en nuestro entorno de oficina. Y tan pública como comienza a serlo en los bares temáticos, precisamente.

Pero hay muchos modos de hacerla día a día, a tu modo y ese es el que queremos conocer. Será compartir la ronda. Un ruedo en el que nos cuentes de tu calle, tu ciudad, el negocio donde compras la yerba mate.

El Mate es un sitio para vos, donde nos digas de la película que acabas de ver y aún te conmueve. De la obra de teatro de ese elenco tan único que se brindó el viernes por la noche. Del libro reciente o sencillamente de tu ventana, la ventana de tu corazón. Gracias.

Epifanio Adolfo Blanco

Mi mate potenciado

Desde lejos, en Europa, visitando amigos y en plena iniciación matera, Carlos Mazalán nos envía una semblanza de su ceremonia.

Mi mate no sera el mejor del mundo, pero es mio.
No me refiero al recipiente, sino a mi ceremonia.
Simple, breve pero cuidada.

Saco de mi yerbera esas hojas magicas, pongo 3 cucharadas en el matecito de madera que hace unos años me acompaña, lo doy vuelta, lo sacudo un poquito (que bajen los palitos) y un chorrito de agua fria le humedece uno de los lados.
Va la bombilla y despues vamos al termo.

La verdad que hace años no caliento la pava. Siempre se me hervía el agua. Lo que hago ahora es poner agua caliente con un poquitin de agua frìa del dispenser.

Luego, desde que me contagio mi amiga Marcela, le pongo unas gotas de limòn (y bueno, sobre gustos no hay nada escrito) y ahora que tengo una planta de cedròn tambièn le mando una hojita fresca.
Como ven, hemos potenciado un poco el tradicional mate. El mismo que me acompaño aquellas jornadas inolvidables con
Epifanio en San Francisco, o frente a “Las puertas del Infierno” de Rodain en la mismisima Universidad de Stanford. De cualquier modo, nada es comparable al mate tomado con unas “Criollitas” en el Central Park de Nueva York, obviamente con Epi disfrutando el paseo en un MATEO :-)

Carlos Mazalán* es especialista en comunicaciones y temas relacionados con las tecnologías de la información. Es presidente de Mazalan Comunicaciones, consultora de prensa y relaciones públicas que opera en latinoamérica.

¡Bienvenido a la Ceremonia del Mate!

Estás en la ronda de encuentro de la ceremonia del mate. ElMate.com.ar es un espacio en la web para subir comentarios acerca de cómo practica cada uno el ritual del mate, uno de los rituales más bellos que existen en el mundo. Un ritual natural de encuentro, amor, amistad y salud que prodiga la ceremonia del mate-.

La del mate es una ceremonia nada pomposa, cotidiana, pero plena de significados, movimientos, desde cómo se da el mate, a como se lo devuelve.

Una ceremonia saludable, porque además del afecto que conlleva cada mate, tiene la elaboración que cada uno da a la yerba, a sus agregados y todo ello, como confirman recientes estudios académicos, tiene efectos saludables, antioxidantes, provee vitaminas, etc…

Cada vez más regiones del planeta incorporan el mate. Desde el corazón de la selva guaraní donde surgió la yerba mate, su ritual se extendió a todo el sur del Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia y Perú.

Pero hay millares de compatriotas viviendo en antipodas del planeta y en cada lugar, la ronda del mate es un reencuentro vital, bello, saludable y muy al modo de cada uno. Y de eso queremos ocuparnos.

Porque en cada lugar se lo prepara de modo especial, pero hay particularidades que hacen que los mates de cada región sean como son.

Digo, los cordobeses son de tal manera, los entrerrianos de tal otra y seguro que los marplatenses también tienen su marca, su sello propio. E igual sucede con los de Santa Caterina (Brasil); los de Tacuarembó (Uruguay); Puerto Montt (Chile) y tantos más…

Tengo amigos en Europa y en EEUU; en Chile y en Venezuela, que practican entrañablemente el ceremonial y ellos nos contarán cómo lo hacen en su vecindad, qué dificultad tienen para obtener la yerba mate, a qué precio, etc., etc.

Y eso es lo que quiero que surja de ti y tus amigos en las páginas de El Mate. De qué se acompañan o cuáles mates son más apropiados según el día, la hora o la comida realizada.

De cuan buena es el agua que llega a tus labios o cuán excelente fue el sapecado de esta partida de yerba mate, quienes la elaboraron y cómo armonizaron sus esencias.

También de quienes están en tu ronda. A quiénes has iniciado. Y todo ello en el marco de tu aldea, tu barrio, tu calle, tu edificio o tu oficina.

El mate está en tus manos y es tu privilegio animar la ronda.

Epifanio Blanco