¡Feliz Día! ¡Con una ronda de mates a la siria! En estos días de Gripe A algunos aconsejan no compartir el mate más allá del círculo íntimo de convivencia -y siempre y cuando nadie esté engripado, se sobreentiende-. Estoy de acuerdo. Y conviene resaltar que, si bien es una medida higiénicamente acertada, ello no debe llevarnos a dejar de lado la ceremonia.
Es más -digo- el momento es oportuno para subrayar que nuestras rondas de mates tienen toda las cualidades de una ceremonia, pero deben realizarse de manera saludable, por ejemplo del modo como la celebran los sirios: cada cual tiene su mate y se comparte el agua; exactamente a la inversa de como venimos practicándolo hasta aqui en nuestra región.
Pero ¿qué es esto de mates a la siria? conviene aclarar aquí que Siria es el primer comprador mundial de yerba mate. Cada año la Argentina exporta a una docena de destinos y Siria viene siendo sostenidamente el primer comprador. Y sí, porque allí el mate tiene ganado un ritual social.
El ritual habla de aquellos que llegaron a la Argentina en algún momento de sus vidas y aquí el mate fue la ceremonia de vinculación social, de enraizamiento, de contención y quienes pudieron volver al terruño se llevaron una parte íntima y abierta de ese paso austral.
Esta situación de crispación social por la epidemia de Gripe obligó a modificar pautas y rituales y obviamente el encuentro “intimo” que permitía compartir la bombilla en cada ronda de amigos, se ve hoy obligadamente modificada. Y cuanto ocurre es bueno tomarlo de un modo natural: porque como todo ritual, la Ceremonia del Mate viene conformándose con la evolución de las sociedades.
Así como la vasija que contiene y da nombre a nuestro ritual -hablo del vaso, el mate como se le llama en lengua quechua- es un legado de la cultura andina o quizá deba decir: tomado por los guaraníes de la cultura andina hasta donde llegaron en su migración austral.
Los guaraníes, en su sabia relación con el ecosistema, descubrieron las bondades de la yerba mate, se ingeniaron para procesarla -hablo desde cuándo y qué partes de la planta recolectar; hasta el sapecado (la rápida quita del 75% de humedad), el secado, el estacionamiento y la obtención final de una hierba transformadora de bondades.
Y todo eso en la celebración de un ritual, la Ceremonia del Mate. Precisamente por ello, en esta época de mayores resguardos sanitarios y sociales, no perdamos sus virtudes, si seamos sabios en el modo de preservarla y que nos siga dando su savia saludable y amistosa. Precisamente en este día. Por eso la invitación a prodigarnos una ronda de mates a la siria. Gracias por la ronda. Epifanio Blanco.