Argentina encabeza los índices mundiales de aguas con alto nivel de arsénico y ello representa un grave riesgo para el consumo humano por lo que -con ayuda del INTI- se construirán plantas móviles para sanearlas. Especialistas del INTI capacitarán a cooperativistas del Programa Argentina Trabaja en la construcción de plantas móviles, capaces de proveer agua libre de arsénico a poblaciones de alrededor de 500 habitantes. Serán los primeros prototipos que se construyan en el país. La tarea se llevará a cabo en el Polo Productivo Ezeiza.
A pesar del aspecto cristalino y de una aparente normalidad en su sabor y olor, el agua que se consume a diario puede no ser segura. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina encabeza la lista de países con altos niveles de arsénico en reservas subterráneas, junto con Bangladesh, Chile, China, India, México y Estados Unidos. La principal fuente de exposición es a través de la ingesta directa de agua con alto contenido de arsénico.
Remover esta sustancia de las aguas subterráneas empleadas para consumo –de modo tal que cumplan con la regulación del Código Alimentario Argentino (CAA), que establece un máximo de 0,01 mg/L– representa un gran desafío para los sistemas de tratamiento.
En esta dirección, el INTI, a través de su Centro de Química, lanzó un modelo de intervención destinado a abordar la problemática en distintos escenarios. Una de las soluciones aplicables que se desprendió es la planta modular para abatimiento de arsénico, diseñada por un equipo multidisciplinario para abastecer poblaciones de hasta 500 habitantes, que permite procesar 5 litros diarios de agua libre de arsénico por persona, destinada a ingesta y preparación de alimentos.
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