Investigadores del CONICET diseñaron una bombilla con la cual captar la temperatura a la cual tomamos mate y se revela que nunca supera los 65º C, por más que al calentar el agua se eleve muy por encima de esa medición Celsius.
Thea explicó que se evaluó la influencia de diferentes factores, como la temperatura del agua del cebado, la cantidad de yerba mate incorporada al recipiente, el material del mate y la frecuencia de cebado en la temperatura de ingestión de la infusión, es decir cuando se toma el mate, y se llegó a la conclusión de que salvo el material del mate, los demás aspectos influyen significativamente en la temperatura de consumo de la infusión.
La investigación fue desarrollada por un equipo que integran (en la foto de izquierda a derecha) Dr. Miguel E. Schmalko, Ana Thea, Ing. Cecilia Martin y Mgter. Santiago Holowaty. Esta investigación realizada durante 2017 se abocó a estudiar posibles efectos cancerígenos del mate, hipótesis que fue rebatida.
Las conclusiones de los investigadores refirmaron que tomar mate aporta gran cantidad de beneficios para la salud que fueron comprobados científicamente, como prevenir enfermedades inflamatorias y de curso crónico como el cáncer, la diabetes y del sistema cardiovascular.
Para la experimentación se diseñó una bombilla con 3 sensores de temperatura, uno en el filtro, otro en el pico de la bombilla y uno externo, capaz de medir la temperatura en el seno de la yerba mate. “Desde el comienzo, el agua de cebado al entrar en contacto con la yerba mate pierde mucha temperatura, y cuando la succionamos, la temperatura desciende aún más” cuenta Thea.
“Vimos que a pesar de calentar el agua de cebado a diferentes temperaturas, 70ºC, 80ºC o 90°C, el mate nunca se toma a una temperatura superior a los 56ºC y 57°C. También observamos la influencia de la frecuencia de cebado, que por supuesto cuando la frecuencia es menor a 30 segundos, la temperatura es mayor, pero tampoco nunca supera los 58°C” asegura Thea.
Según diversos estudios científicos, la exposición de las células a altas temperaturas, es decir mayores a los 65 °C, puede actuar como un promotor tumoral. Por este motivo, la Agencia Internacional de Investigación en Cáncer clasificó a la acción de consumir bebidas muy calientes como un acto probablemente carcinogénico. “A partir de los estudios que desarrollamos, comprobamos que el mate cebado nunca alcanza esa temperatura considerada peligrosa” indica Thea.