Acabo de descubrir una página interesante que escribe y publica el periodista Nicolás Artusi. Tiene artículos muy breves y atractivos como su reflexión acerca de porqué no es conveniente recalentar un café. Básicamente porque se acidula y eso impacta negativamente en nuestro estómago.
E igualmente atractivo me resultó su nota del 19 de marzo 2021 acerca de cafés suaves e intensos. Suave, suave… sabe bien suave, titula su artículo en el que habla de una versión nueva de Nescafé Gold tostado y molido. Y como ocurre con el mate, uno de los secretos está en la temperatura del tostado.
Dice así: Nacido y criado en Brasil, es el más suave de los nuevos cafés Nescafé Gold tostado y molido : confeccionado con granos 100 por ciento arábicos, está tostado para ofrecer una experiencia amable en la taza y está molido grueso para preparar diferentes métodos de filtrado. Con una intensidad 6, la pregunta es: ¿por qué esta variedad es suave y otra, de intensidad 9, es fuerte? El secreto está en el tostado. Este café importado de Brasil se tuesta a temperaturas bajas (inferiores a los 220 grados) para que el café permanezca ligero en su cuerpo y así se vuelvan más intensas las notas afrutadas. Es la obra de los maestros tostadores: en este caso, logran una combinación de cuerpo suave y sabores de fruta, ideales para aquellos que prefieren un café livianito. #AD
Fue todo rápido. Entrar a su página navegar entre estas notas e indagar un poco más sobre Nicolás Artusi y ver que tiene ya tres libros publicados. Y poco después estaba entrando al Apple Book para comprar su Café. De Etiopía a Starbuck: la historia secreta de la bebida más amada y más odiada del mundo.
Como este sitio lo prueba, soy un amante del mate desde toda mi vida. Y como complemento cada mañana un pocillo de café me deleita. Acaso porque como él, Nicolás Artusi, también soy un drogadicto, según confiesa en el prólogo de su libro. Como él, la cafeína me domina en varios momentos del día.
Mi primera ronda de mates, tipo 7 de la mañana, es la inyección inicial de cafeína y poco antes del mediodía disfruto de otra, una más por la tarde y entonces mi cuota de lucidez está lograda o al menos mantenida adecuadamente.
Nicolás Artusi introduce a poco de leerlo la compleja forma de la cafeína y la leyenda de cómo fue descubierto el café hacia la octava centuria de la vida cristiana, en Etiopía, comenzando por la locura de unas cabras locas que enloquecieron precisamente por tomar la fruta prohibida, léase el cafeto…
Hay momentos paralelos de cómo la humanidad se encuentra con el café, su aroma, su incitante energía y cómo le pasó a los guaraníes encontrarse con la yerba mate y cómo algún rayo, un fogón o los resultados de algún devastador incendio los puso ante el sabor de unas hojas sapecadas que crearon la bebida y sus beneficios.
Dejo de contarles para volver a sumergirme en la lectura del libro de Artusi. Gracias por la ronda.