Es el día elegido para celebrar mancomunados nuestra bebida ceremonial: El Mate. Qué mejor en este día para celebrarlo y reclamar que nos gusta, pero sin trabajo infantil, ese tipo de trabajo que los obliga a ser grandes cuando son niños.
Y el reclamo parte de Misiones, la provincia que produce el 90% de la yerba mate que se consume en la Argentina y también gran parte de la que se exporta, provincia que tiene también índices que duelen. Duelen, porque una provincia que aporta ese capital tiene sin embargo, la inconcebible cifra de cientos de niños fallecidos por desnutrición o bien lesionados seriamente en su evolución neuronal. Estas cifras están en una carta que desde Misiones le fue enviada al Papa Francisco, pidiendo su apoyo a la campaña: “Me gusta el mate pero sin trabajo infantil”.
La carta está dirigida al Papa Francisco, cuyo gusto por el mate es ampliamente conocido y lleva la firma de Patricia Ocampo, coordinadora de la ONG “Un sueño para Misiones” y la publicación digital Misiones OnLine la dio a conocer y, entre otros párrafos destaca:
“En el año 2013 el “Mate” fue declarado por la ley 26871 la “Infusión Nacional” esto significa, que esta bebida es tan representativa de los Argentinos como el seibo y el pericón, nosotros creemos que ningún símbolo que nos represente, debe contener trabajo esclavo o explotación infantil. Además la Argentina ha firmado tratados y acuerdos internacionales, en donde se compromete a erradicar las peores formas de trabajo infantil para el año 2016.
“El 90% de la yerba mate que se consume en el país se produce en Misiones y también el 60% de la que se exporta al mundo. Nuestro deseo es que aumente el consumo y la exportación de yerba, amamos entrañablemente el Mate, es nuestra compañía cuando estamos solos, su ceremonia hace amigos y crea espacios de reflexión en momentos de soledad. Amamos el mate sin embargo queremos que no contenga pobreza, desnutrición y trabajo infantil.
“Tristemente debo reconocer que vivo en una provincia en la que solo en 10 meses del año 2010 hemos dejado morir de hambre a 206 niños y en la que otros miles han sufrido un retraso grave en su desarrollo neuronal a causa de la mala y escasa alimentación, todo esto acontece en una tierra que tiene toda la riqueza natural que falta en el mundo. Sinceramente no encuentro una respuesta a las preguntas ¿Por qué y Qué nos pasa? Sin embargo, con toda humildad y desde nuestro muy pequeño lugar, hemos decidido enfrentar a Goliat y con la ayuda de Dios, dar a estos niños una posibilidad que hoy no tienen.”