Desarrollan en Córdoba una máquina de cebar mates. Encabeza la iniciativa Marcelo Coppari, y está a prueba en laboratorios de la Universidad Tecnológica Nacional, en Villa María.
Noticia bienvenida César, Rubén, entre los primeros de mis amigos en escribirme este día para contarme las novedades que traen varias publicaciones de Córdoba, donde se da el desarrollo de esta máquina de cebar mates. Gracias por el dato.
Para seres como nosotros, que siempre miramos qué innovación llega y nos hace la vida más placentera, más justa, acaso más democrática, como no puede ser bienvenida esta noticia. Felicitaciones a Marcelo Coppari, estudiante de Ingeniería Electrónica en la Universidad Tecnológica Villa María.
Empero, además de establecer esta bienvenida línea industrial como la que ya existe para los cafés o tés o mate cocido, aún aguardo desarrollos del tipo de un sensor adosado al termo o a la pava que me diga qué temperatura tiene el agua, qué pH la conforma, qué alerta debo considerar. Cuán sana está la yerba mate, cuánta humedad o qué bacterias la modifican…
Además, y esto ya es un tema cultural, querendón y entrañable, ¿a quien le diremos gracias al final de un encuentro? ¿a quien trataremos de mirar a los ojos intentando buscar la picardía, la complicidad, la aceptación de un gesto? ¿a quién diremos “¿que hierba le agregaste?”? ¿Y si prefiero menos caliente? ¿de dónde trajiste este mate? ¿Cómo diremos?: te esperaba, pondré a calentar el agua y haré pasos lentos y delicados para mostrarte cuánto me importa tu presencia, tu ronda conmigo, la deferencia de llegar a mi…