Los mates de Cortázar

El bien amado Julio Cortázar (en la foto con un mate de metal enlozado, que se impuso en los años 50) hace en su obra literaria varias referencias al mate. A continuación un párrafo de Rayuela:

Oliveira cebó otro mate. Había que cuidar la yerba, en París costaba quinientos francos el kilo en las farmacias y era una yerba perfectamente asquerosa que la droguería de la estación Saint-Lazare vendía con la vistosa calificación de «maté sauvage, cueilli par les indiens», diurética, antibiótica y emoliente. Por suerte el abogado rosarino —que de paso era su hermano— le había fletado cinco kilos de Cruz de Malta, pero ya iba quedando poca. «Si se me acaba la yerba estoy frito», pensó Oliveira. «Mi único diálogo verdadero es con este jarrito verde.» Estudiaba el comportamiento extraordinario del mate, la respiración de la yerba fragantemente levantada por el agua y que con la succión baja hasta posarse sobre sí misma, perdido todo brillo y todo perfume a menos que un chorrito de agua la estimule de nuevo, pulmón argentino de repuesto para solitarios y tristes.

Julio Cortázar – Rayuela

Los franceses llaman “maté” a nuestra infusión y puede aseverarse que su práctica ritual y saludable se extiende a partir de la práctica que despliegan inmigrantes y visitantes.
sudamericanos

One thought on “Los mates de Cortázar

  1. ¿cuando comenzará la publicación de twitts y vínculos a redes sociales? muy bueno el sitio. Saludos. AC.

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